martes, junio 19, 2007

¿Para qué sirve un guionista?

Si es malo, para nada.

Pero a poco que uno se tome en serio el asunto de escribir, se documenta mínimamente, eso lo sabe el más tonto.

Sobre este asunto tengo dos opciones: soltar una chapa de las razones por las que creo que la existencia de un buen guionista es fundamental para cualquier producción (audiovisual o del tipo que sea); la otra opción es la más gráfica, la que muestra a través del ejemplo a lo que me estoy refiriendo. Y optaré por ésta.

El primer documento yo creo que ya lo ha visto todo el mundo, pero por si acaso. El mítico Mac(garrán)Gyver se enfrenta a los Eusko-txikanos.




El segundo vídeo es de la película “El desfiladero de la muerte”. Aquí funden dos grandes tradiciones: el levantamiento de piedras (lanzamiento, en este caso) con la cesta punta; luego se nos muestra una tremenda lucha entre indios y pelotaris voladores (que con la altura que alcanzan, sólo pueden ser del mismo centro de Bilbao). Como no, también aparecen los irrintzis (los gritos), a los que asignan cualidades casi mágicas con el nivel de concreción que les atribuyen. Y para quien no conozca Euskal Herria, decirle que sí, que el flamenco tiene una implantación absolutamente generalizada.



Y, como rectificar es de sabios, tras estos vídeos, quizá haga una corrección en referencia a la primera frase de este texto: un guionista malo sirve para que nos descojonemos de él. Así que intentaré poco a poco ampliar esta sección, señalar acusadoramente a los que fallan metiendo siempre el dedo en el ojo. No me miren así, son ustedes los que se ríen, ¡los que siempre van a hacer todo el daño posible!

¡SALUD!

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