jueves, agosto 09, 2007

Dios salve al Rey

Estos días he estado pensando y he decidido que me quiero ir de vacaciones (a costa del Estado, por supuesto). Hay muchos destinos que me atraen, pero ya que La Caixa me patrocina un buen barco (mejor para el bolsillo de los contribuyentes, peor para los de dicha entidad), pues quizá busque un lugar costero mientras terminan las obras para que el río Carrión sea navegable.



Lo malo es que el dinero con el que cuento no es ilimitado. Me han informado de que no voy a recibir paga extra de vacaciones, que tendré que tirar con los 8,28 millones de € que estaban previstos en los presupuestos de 2007 para los de mi sector; y me lo dicen ahora… Por suerte he descubierto que existen también a mi disposición 5,82 millones en concepto de "apoyo a la gestión administrativa de la jefatura del estado”, que no sé a qué viene pero para cubrir algún caprichito, me va a venir perfecto. Ya me veía yo bebiendo kalimotxo guarro en vez de Don Perignon.



A pesar de todo, presagiaba que me iba a tener que apretar el cinturón un poco. Muchas vueltas he tenido que dar y muchas son las puertas frente a las cuales he mendigado, pero aunque os parezca increíble, finalmente he conseguido alguna subvención más. Dinero básicamente para cubrir los gastos cotidianos (luz y agua de mis palacios, gasolina para mis 60 vehículos, gastos de desplazamiento al extranjero por trabajo, mis 130 empleados…). Calculo que con estas prestaciones, este año me ahorro unos 11 millones de eurakos. Y todo esto sin contar los 2500 que el Estado dará por cada nacimiento (en mi familia es una medida muy aplaudida, sobre todo por mi hijo, que ya está pensando en descartar ganar dinero por cualquier otro medio).




Dicho esto me despido deseándoos felices vacaciones. Un agradecido saludo a todos (que os daré personalmente el 24 de diciembre) por llevarme vuestro dinero muerto, y a mi tío Paco (allá donde esté) por dejarlo “todo atado y bien atado” para que nunca me falte de nada.


miércoles, agosto 08, 2007

Predicando en el desierto

MANIFIESTO DE LOS GUIONISTAS EUROPEOS


Las historias están en el corazón de la humanidad y son depositarias de nuestras diferentes herencias culturales. Dichas historias han sido narradas una y otra vez por los contadores de historias. Los guionistas son los contadores de historias de nuestro tiempo.
Se debería confiar en el talento de los escritores europeos, se debería alentar y apoyar. Las industrias europeas del cine necesitan encontrar caminos para atraer y mantener a sus guionistas en el cine y en su oficio.


Afirmamos que:


1. El guionista de una película es también uno de sus autores, un creador fundamental sobre quien, en primer lugar, se apoya cualquier trabajo audiovisual.
2. El uso indiscriminado del crédito de autoría es inadmisible.
3. Los derechos morales del guionista, especialmente el derecho a mantener la integridad de su trabajo y de protegerlo de cualquier distorsión o uso incorrecto, debiera ser inalienable y debiera ser respetado en la práctica.
4. El guionista debiera recibir un pago justo por cualquier forma de explotación de su trabajo.
5. Como autor, el guionista debiera tener derecho a involucrarse en el proceso de producción y promoción de la película y a ser compensado por dicho trabajo. Como autor, debiera ser nombrado consecuentemente en cualquier publicación, incluidos catálogos de festivales, revistas sobre TV, magacines y reseñas.


Hacemos un llamamiento a:


1. Gobiernos y entidades de financiación, para que apoyen a los guionistas empleando más energías y recursos, ya sea en forma de subvenciones, beneficios fiscales o planes de inversión en el desarrollo de películas y producciones de TV, y financiando a los guionistas directamente.
2. Expertos y críticos de cine, para que reconozcan la función que desempeñan los guionistas, y a universidades, academias y programas de formación, para que eduquen a las próximas generaciones de profesionales en los principios de trabajo en equipo propios de este medio y en el respeto al arte y al oficio de la escritura de guiones.
3. Festivales, filmotecas y resto de instituciones relacionadas con el cine, para que mencionen a los guionistas en sus programas, y para que programen ciclos dedicados a guionistas, de la misma forma que los programan para directores, actores y países.
4. Que las leyes, a nivel europeo y de cada país, deberían reconocer que el guionista de una película es uno de sus autores.
5. Que las leyes, a nivel europeo y de cada país, deberían garantizar que los guionistas puedan organizarse, negociar y contratar de forma colectiva, con objeto de fomentar y conservar las diferencias culturales de cada país, y deberían facilitar el libre movimiento de guionistas entre países y el ejercicio de dicha profesión en cualquier país.


Nos comprometemos a:


· Distribuir este manifiesto entre los miembros de la industria audiovisual y de la prensa en nuestros respectivos países.
· Hacer campaña para que se lleven a cabo los puntos recogidos en este manifiesto.
· Solicitar la inclusión, en las legislaciones de ámbito europeo y de cada país, de las modificaciones legales que hagan posible las demandas contenidas en este manifiesto.


Firmado: El Presidente y el Consejo de la Federación de Guionistas Europeos, en representación de 21 asociaciones y 9.000 guionistas europeos.