martes, septiembre 18, 2007

A vueltas con el Juancar

Puede que yo cada día me fije más, no lo sé, pero el caso es que últimamente no dejo de ver a la Mafia Real acaparando titulares informativos. Y por una vez no están referidos al nacimiento de un nuevo miembro (sorprendentemente, ya que el ciclo reproductivo de estos seres parece inferior al de los famosos topillos). Son noticias siempre vinculadas a otras referidas a las sanciones que se van a imponer a personas de las que se dice que han rebasado los límites tolerables de la libertad de expresión.
Cada día se quejan más y Mitrofán, con varios agujeros de más en su cuerpo, se pregunta si tienen derecho:
- ¿No debería ir incluído en el sueldo? - Declaró a este blog. - Si se empiezan a tomar medidas contra todos los que les critican porque se sienten ofendidos, que se vayan. Porque no ha sido escogido por aquellos a los que teoricamente representa, vamos, que está ahí de regalo. Y parece que "la plebe" está empezando a rebelarse. - Concluyó el conocido oso.
En resumen, que no sé si yo me fijo más últimamente o que hay una familia que empieza a sentir todo el peso del anacronismo.
SALUD

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Respeta un poco a nuestro amado rey que tanto ha hecho por nuestra querida patria, que ha representado la unidad de los ESPAÑOLES y ha evitado que las hordas rojas vuelvan a sembrar el desconcierto y la mentira de una nacion pequeña y coaccionada.
Respeta al sucesor del caudillo liberador del "yugo" de la hoz y el martillo, abatidos con las flechas de libertad quue hicieron de este país un lugar pacífico y próspero, y que ha sabido adaptarse a los tiempos para mantener la contiinuidad de tanta bonanza.
Este sucesor es el adalid de la libertad y la democracia y merece que se le reconozca por sus méritos y se le dé un trato justo.

Fuera de los sarcasmos, qué bien nos iría si siguieramos el ejemplo que nos llegó del otro lado de los Urales: ¡Qué no quede ni la mascota de Froilán!

Jal dijo...

Mucho tiempo llevo meditando una respuesta que darte, un argumento contundente para derrotar, desde el razonamiento, tus ideas radicales; finalmente, por inspiración casi divina lo he encontrado: ¿POR QUÉ NO TE CALLAS?

(Para esa familia parásitonaútica que sigue pensando que donde hay patrón no manda marinero)